En el competido mundo de las escopetas accionadas por gas, MOSSBERG hace una propuesta especialmente atractiva, donde destaca la funcionalidad a un precio especialmente contenido. Es un arma espartana, desprovista de lujos, que apuesta por la fiabilidad, equilibrio y precio económico, teniendo por tanto una magnífica relación calidad precio. Estas características hacen que esta sea una de las escopetas más vendidas de su clase en EEUU.
Antes de entrar en los detalles de funcionamiento y aspectos técnicos, señalaremos sus características constructivas. Dado que en Norteamérica, país de origen de esta escopeta, la caza del pato en humedales es casi una religión, no es de extrañar que la misma presente unas características mejoradas orientadas contra la corrosión. Podemos decir que literalmente está diseñada para vivir en una ciénaga con ella, asumiendo por tanto que se mojará y golpeará habitualmente.
Por todo ello el cajón de mecanismos es de una aleación de aluminio, el muelle recuperador es de acero inoxidable y el cerrojo está nitrurado con boro. Este último tratamiento se extiende a otras piezas: anillos de pistón, fiador, martillo, émbolo del muelle recuperador y tubo del muelle recuperador, para una resistencia a la corrosión profunda.
Señalar que, el nitruro de boro también añade lubricidad al conjunto de componentes, algo importante en una escopeta accionada por gases, que siempre requiere ciclos de limpieza más cortos para asegurar su perfecto funcionamiento.
En cuanto a sus dimensiones de este modelo, la Mossberg 930 SPX, estas están son muy compactas gracias a su cañón de 18.5” (469 mm) realizado en acero al carbono, que da una longitud total de 984 mm. Es un arma bien equilibrada, con un peso relativamente liviano, ya que son 3.290 g una característica que nos permite encares veloces y tiros rápidos de seguimiento. Esto último algo que podemos constatar viendo vídeos de Jerry Miculek con esta 930. También ayuda la calidad del disparador, que sin llegar a ser de competición, es de los más ligeros de su categoría, tan solo 2,40 Kg.
MOSSBERG 930 XSP es una escopeta operada por gases, dotada de un sistema de autoregulación y evacuación dual de los gases excedentes. Los gases sobrantes del ciclo de funcionamiento, salen por dos ventanas, formadas por dos filas de perforaciones en forma de “V” sobre el cañón, sin interferir en ningún caso con el tirador. Las mencionadas dos ventanas ayudan a reducir el retroceso y la relevación del cañón, especialmente en cartuchos potentes. Tal es la atenuación que se logra, que es muy fácil pasar el día disparando con ella, sin que acusemos en exceso el golpeteo del retroceso. La consecuencia de todo esto es que tendremos una inaudita suavidad de operación, además de una destacada fiabilidad. Todo ello nos permitirá repetir los disparos muy rápidamente. Una característica especialmente valiosa si empleamos cartuchos de 76 mm o magnum, ya que la recámara está preparada para este tipo de munición.
La seguridad de la 930 es otros de sus aspectos destacables, mientras que la mayoría de las escopetas de la competencia en este segmento tiene el seguro en el guardamontes o en sus proximidades, en la Mossberg lo hace en el lomo de la empuñadura. Esto permite que de forma natural sea de uso ambidiestro. Si pensamos que esta escopeta habrá momentos en que la empleemos con guantes o simplemente en situaciones donde fluye en cantidad la adrenalina, apreciaremos la ventaja que supone dicha ubicación.
Hablando del guardamontes, señalaremos otra característica inusual en este tipo de escopetas, un pequeño pin de metal situado en la cara interna del guardamontes frente al gatillo. Este se proyectará hacia el dedo del disparador cuando el arma esté armada y por lo tanto lista para disparar.
El conjunto del disparador es de muy fácil acceso, el casete de disparo se puede soltar simplemente sacando dos pasadores negros en el exterior de las paredes de la acción. Algo importante, teniendo en cuenta que esta arma puede ser usada para la caza de aves acuáticas, donde las características del entorno de caza, hacen que la escopeta requiera una limpieza profunda después de su uso, por ejemplo, cuando esta se desarrolla en zonas de marismas.
Hablando de extras o accesorios añadidos al arma, señalar la existencia de un muy útil candado con un cable de acero, para para asegurar el arma pasándolo a través de su ventana de carga y expulsión. Un elemento que suelo emplear en cada una de ellas, tanto cuando transporto mis armas en el coche, como cuando están guardadas en la caja en casa. Algo que, desde mi punto de vista, supone un muy interesante plus de seguridad.
Con lo que respecta al sistema de miras, emplea las famosas LPA Ghost Ring montada sobre un carril Picatinny. Esto hace que sea de muy fácil adquisición cuando se encara el arma, lo que al final redunda en la rapidez de realizar el disparo. En el caso que queramos añadir una óptica, el cajón de mecanismos viene perforado y roscado para montaje de monturas o un carril.
En cuanto a la culata, esta es de polímero, de forma recta sin carrillera, con una contenida curvatura vertical y empuñadura de pistola. Esta configuración es la más racional y adecuada para armas semiautomáticas con una vocación táctica como esta. Complementa la culata una cantonera negra, suave y de tamaño mediano (20 mm) que absorbe notablemente el retroceso, hace realmente bien su trabajo. Destacar también la existencia de puntos de fijación para una correa portafusil, en las modalidades de caza acuáticas es una característica muy a valorar, dada la dificultad muchas veces de posar el arma sin que esta se moje.
Finalmente indicar que el depósito tubular de munición tiene una capacidad de cuatro cartuchos (limitado a 2+1 por nuestra legislación) y cuenta con una muy buena ventana de carga, es rápida, simple y no pellizca los dedos. Posee un botón de liberación rápida de vaciado del cargador para descargar fácilmente el arma.
